ENCANTOS DEL BARRIO DE PLAKA EN ATENAS
Al pie de la colina de Acrópolis encontramos el animado barrio de Plaka, lleno de vida, casitas de los siglos XVII y XVIII, casi todas convertidas en tabernas y restaurants, comercios de recuerdos, moda, joyerías, terrazas, calzados de piel y artesanías diversas. Callejuelas en las que nos abruman los miles de impulsos visuales, sonoros, olfativos, y sensoriales bajo la impertérrita presencia de los miles de años de historia que arriba en la colina, presiden todo los que se mueve en el carismático barrio de Plaka.
Desde los tiempos de las guerras médicas, pasando por las invasiones romanas, otomanas, británicas y alemanas e italianas, la cultura griega persiste, no solo en sus piedras, sino en el espíritu y orgullo del ciudadano ateniense.
En su parte mas baja, los espacios amplios nos conducen a la plaza del Ágora, donde estuvieron las ágoras griega y romana, un poco más allá la linterna de Lisícrates, las pequeñas iglesias (eklisias) griegas en pequeñas plazas. Según ascendemos, las callejuelas se tornan en un laberinto de pequeñas tascas y tabernas, escaleruelas que nos llevan por establecimientos de cuento y de ensueño donde disfrutar del vino y de la rica gastronomía popular griega, la música inunda los espacios y los rostros de los viajeros reflejan la magia del momento que viven en este barrio único del mundo.
Los propios atenienses dicen que, al dejar sus rutinas de la vida, repiten una frase; Na giriso pali stin Plaka. (Regreso otra vez a Plaka…)
Recuerdo siempre la anécdota de ir caminando por Plaka y de repente, ver la camiseta de mis sueños en la que un trirreme, barco histórico griego, adornaba el pecho de la prenda que siempre me ha acompañado en mil viajes, evocando las increíbles epopeyas de los héroes legendarios de la difusa mezcla entre historia y mitología que tanto nos cautiva de este país.